martes, 10 de julio de 2012

ENCUENTRO JÓVENES TRABAJADORES CONO SUR SALUDO DE LA FSM AMERICA LATINA Y EL CARIBE MEDIANTE SU SECRETARIO RAMON CARDONA


Nos proporciona agrado que este encuentro haya podido ser organizado – como correspondía - por jóvenes que han sorteado múltiples dificultades juntando los esfuerzos de diversas opiniones que, afines a la FSM, actúan en el movimiento sindical que lucha y combate en Argentina.
Nuestro reconocimiento por tan significativo aporte al sindicato de Trabajadores Valijeros, Talabarteros y Artículos de Viaje y en particular a Ernesto Trigo, su Secretario General (KIKI, para que sepan a quien me refiero) y a Luis Ariel Velazquez, que lo ha acompañado de forma eficaz.
¡FELICIDADES, compañeros!  Ustedes han evidenciado cuanto se puede alcanzar cuando unimos nuestras fuerzas.
Es este un buen ejemplo digno de imitar para alcanzar otros afanes en el avance de la FSM en este país que nos acoge por el esfuerzo también de otras organizaciones sindicales clasistas como la Asociación de Judiciales, CONAT y el Capitulo FSM Argentino. Junto a nosotros también representantes de los Eléctricos de la Pampa y de la Asociación de Maestros y Profesores de la Rioja, afiliados a la FSM.

Compañeras, compañeros:

Nos reunimos en momentos en los que a las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, les resulta muy difícil adaptarse a los nuevos cambios políticos, económicos y sociales que están ocurriendo en los últimos años en América Latina, acostumbradas, como estaban, a saquear las riquezas naturales y
humanas de nuestras naciones a través de sus compañías transnacionales.
Solo un ejemplo de ello: en Santa Cruz de la Sierra, de donde ayer regresamos, se nacionalizó por el popular gobierno de Evo Morales, la Refinería de Petróleo allí existente. Compensar el valor de lo que por ella se sufragó, tardó solo tres meses de producción. Diversos gobiernos han revocado acciones neoliberales. Marchan hacia la recuperación de las riquezas nacionales para beneficio de sus pobladores.
Esos son los motivos de las fuertes campañas en los medios de prensa occidentales como ha ocurrido contra el país en el que nos reunimos, Argentina, por la nacionalización de la compañía petrolera y gasífera controlada por la española Repsol y varios accionistas extranjeros. El gobierno derechista español, a través de su nostálgico y trasnochado aspirante a emperador, desató una estridente ofensiva diplomática e impuso medidas de “represalia” a Buenos Aires, con el objetivo de que revocara la expropiación del 51 % de las acciones petroleras y de gas de YPF. Pero la soberana decisión bonaerense, con el apoyo mayoritario de su pueblo, continuó adelante pese a las presiones de los poderosos.
Otro pretendiente a revivir un languidecido imperio perdido en la historia, el primer ministro británico, agrede la soberanía argentina y se niega a ni siquiera conversar acerca de su intromisión en las islas Malvinas.
Nuestra solidaridad, compañeros, con los esfuerzos del gobierno argentino por rescatar, para beneficio de su pueblo, las riquezas que le pertenecen y el ejercicio de la soberanía a que tiene derecho.
Redime así banderas esgrimidas por decenas de años por el movimiento sindical clasista y múltiples organizaciones sociales que han luchado por ellas realmente enraizadas en el pueblo argentino.
La mayoría de otros países de “Nuestra America” también cosechan avances en favor de su desarrollo enfureciendo por ello al gobierno estadounidense y a sus aliados occidentales que lanzan constantes campañas de desinformación.
Tratan de debilitar a los gobiernos que, gozando de popularidad, no son sin embargo de su agrado por considerar que afectan sus intereses.
Eso explica la reciente cascada de ataques a los gobiernos democráticamente elegidos a través de golpes de estado disfrazados. Cambian las modalidades pero el fin es el mismo. No se resignan a perder lo que arrogante e injustificadamente consideran suyo.
Reiteramos nuestra denuncia del reciente golpe de estado en Paraguay y de los intentos de desestabilización en Bolivia.
La crisis económica y las propuestas impulsadas para hacer frente a sus consecuencias han puesto de manifiesto la crueldad de la política neoliberal.
Millones de personas están siendo condenadas sin remisión a la pobreza y a la pérdida de derechos humanos fundamentales; el empleo, la sanidad y la educación son tres ejemplos al tiempo se resquebrajan las reglas de juego de la democracia, que para ser real, ha de sustentarse en la soberanía popular y no en
la decisión exclusiva del poder financiero.
¿Qué son las personas de carne y hueso?, se preguntaba Eduardo Galeano en un artículo titulado “Los invisibles”. “Para los economistas más notorios, - se respondía él mismo - números. Para los banqueros más poderosos, deudores. Para los tecnócratas más eficientes, molestias. Y para los políticos más exitosos,
votos”. Este pensamiento está en el origen no sólo de la crisis económica que padecemos sino también de la crisis moral que nos atenaza.
El sistema neoliberal no deja espacio a la disidencia. Controla todos los resortes del poder, incluido el pensamiento, que ha dejado de ser libre para estar adocenado por la manipulación de la información.
Sin embargo, en un panorama marcado en el mundo por la incertidumbre y la falta de horizontes, aún cabe confiar en la rebeldía de la juventud como motor de transformación. La frustración es un estado de ánimo que nos invade y nos paraliza, pero un día estalla y fuerza - sino una revolución - sí un cambio profundo de modelo, que es exactamente lo que ahora necesitamos.
En 1945 los trabajadores del mundo adoptaron la decisión de unirse en la Federación Sindical Mundial. Los delegados de aquel histórico congreso de la FSM representaban a todo el movimiento sindical internacional
salvo una sola excepción.
Se guiaban por la intuición de que solo unidos podían los trabajadores ser fuertes para enfrentar los desmanes de los capitalistas.
Se fue desarrollando firme, sólida, enérgica por lo que las transnacionales, con el apoyo de sus metrópolis y la acción de sus aparatos de espionaje, decidieron y lograron dividirla cuatro años después de fundada.
De entonces a acá se ha evidenciado de manera más diáfana en sus principios, sus objetivos y en su práctica, dos tendencias del sindicalismo internacional.
Nos enfrentamos como FSM, por ejemplo, a que en esta etapa de crisis del sistema, ya caduco, sin nada que ofrecer a los trabajadores y pueblos, se intente convencernos desde la otra organización sindical
internacional, en que con más capitalismo pueden resolverse nuestros problemas y que hay que acudir al FMI y al Banco Mundial en busca de recetas.
La FSM promueve confiar en nosotros mismos, en nuestras fuerzas, en la integración de las naciones de “Nuestra America” con la mira puesta en el hombre, no en el mercado como en la ALBA. Actuamos defendiendo, frontalmente, de verdad, no de palabra, a los trabajadores, sus derechos, a sus organizaciones sindicales. Abogamos por la unidad de los trabajadores, se requiere. Nuestros enemigos, los capitalistas, están unidos. A la globalización neoliberal debemos oponer la de nuestras luchas. Pero defendemos al tiempo que la unidad por principios, una unidad con principios, como dijera el dirigente
de una querida organización sindical argentina cuando batallaban duramente en contra de una inexplicable
decisión. Nos satisface profundamente constatar la identificación que tenemos los participantes en este hermoso encuentro de jóvenes trabajadores del cono sur auspiciado por la Secretaría de la Juventud de la FSM.
Nuestra expectativa es que los jóvenes trabajadores vinculados al movimiento sindical clasista, a la FSM, sean gestores del cambio.
Aspiramos que ustedes continúen militando con más fuerza aun después de este Encuentro en la avanzada de la lucha por la transformación de nuestras sociedades en beneficio de sus trabajadores y pueblos.
En pos de un mundo mejor. Ese mundo mejor que para la FSM tiene un nombre: SOCIALISMO.


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